Unicaja Baloncesto regresa a la Liga Endesa con un encuentro en Málaga ante el líder de la clasificación, el Real Madrid. El técnico Ibon Navarro ha analizado este partido, que se disputará el domingo a las 18:30 horas en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena.
El estado físico de la plantilla
“Tyler Kalinoski ha entrenado estos dos días y vamos a ver cómo está hoy, si puede hacer todo el entrenamiento o una parte importante de él. Quedan dos días para trabajar y ojalá podamos contar con él. El resto, en principio, creo que bien”.
El ánimo de sus jugadores
“Bien, con muchas ganas de recuperar la normalidad, el trabajo diario y cada uno sus rutinas para salir de toda esta vorágine de viajes y actos que hemos tenido, que nos han sacado mucho de una rutina que para nosotros es muy necesaria. Estamos contentos de volver a estar en casa porque estar siete días fuera no es bueno”.
Reencuentro ante el Real Madrid
“Básicamente hay dos diferencias. Una es la presencia de Gaby Deck, que es un jugador clave para ellos; y la otra que en los dos partidos que hemos ganado contra ellos no ha estado a un nivel muy alto Mario Hezonja, que en la Supercopa Endesa no jugó y en la Copa del Rey no estuvo demasiado acertado. Creo son dos jugadores muy importantes para ellos y que marcan el transcurso de un partido contra el Real Madrid. Son dos factores muy diferenciales con respecto a lo que hemos tenido en encuentros anteriores contra ellos”.
Importancia del choque para la clasificación
“Ninguna. Con todo lo que queda… El año pasado cuando nos ganaron aquí parecía que ya se había acabado y luego pasó lo que pasó (el Unicaja acabó primero de la liga regular). Cuando llega la parte final de la Euroliga, pasan muchas cosas, los últimos cinco partidos hay resultados rarísimos… ¿De qué nos valió quedar primeros el año pasado? ¿Ganamos la Liga por quedar primeros el año pasado? No. Hay que llegar bien cuando hay que llegar bien”.
Rendimiento y sensaciones del equipo
“Respecto a los síntomas podemos estar todos de acuerdo y lo fácil es agarrarse al lenguaje corporal, a la sensación de apatía, pero no tenéis información de lo que ocurre dentro. Lo fácil es pensar que el equipo se ha acostumbrado a ganar, que no tiene hambre, pero ése no es el diagnóstico que tiene el equipo. Ni le falta humildad, ni le sobra soberbia. Tenéis que valorar cómo le afecta a un equipo profesional jugar el martes con Galatasaray y no volver a entrenar hasta el viernes por la tarde. No me estoy quejando, el equipo se mereció hacer lo que hizo la semana pasada, pero hay que pagar por las cosas que haces y las decisiones que tomas”.
